El debate sobre si el poker ha de considerarse un deporte va más allá de la cuestión semántica. En muchos países, esta clasificación podría implicar importantes repercusiones legales y fiscales. Entonces, ¿quién tiene razón?

Erik Seidel, jugador profesional de poker admitido en el Salón de la fama del poker en 2010 y ganador de ocho Series Mundiales hasta la fecha, ganó $5 millones en 2015 jugando a torneos de poker por todo el mundo. Para que nos hagamos una idea, Harry Kane, delantero y mediapunta inglés del Tottenham Hotspur en la Premier League, gana cerca de £2 millones al año.

A pesar de la diferencia entre los beneficios económicos del poker y los del deporte profesional, sigue candente el debate sobre si el poker se podrá clasificar alguna vez como “deporte”. Se trata, sin duda, de un debate sin una respuesta clara y para el que existe una gran diversidad de opiniones al respecto.

Así que, ¿por dónde empezamos?

El deporte se basa en la actividad física

“Tienes que estar de broma”, replicó el profesional de poker Dennis Phillips, cuando Gary Wise de ESPN le preguntó si creía que el poker merecía un hueco en los juegos olímpicos. “Cualquier juego en el que Phil Hellmuth pueda ser olímpico debe considerarse deporte olímpico”. Aunque su respuesta fue algo desenfadada, en gran medida refleja los sentimientos de mucha gente, ya estén vinculados o no a la profesión del poker

“No es un deporte, el deporte implica una condición física” respondió Barry Greenstein. Greg Raymer, ganador del 2004 Poker World Series Main Event, respondió lo siguiente: “Nadie debería ganar medallas basadas en un único torneo, dado que el resultado de un torneo no determina quién es el mejor jugador. El poker es un juego de habilidades a largo plazo, tendríamos que jugar durante meses.”

De los seis profesionales que entrevistó Gary Wise, todos coincidieron en que el poker no es y no debería ser considerado un deporte. El poker tiene su propio lugar y desde luego no está entre el fútbol, el baloncesto o el béisbol. No obstante, sí que comparten posibilidades financieras similares.

Llegados a este punto, quizás deberíamos definir el término “deporte”. El diccionario Merriam-Webster ofrece esta definición:

el deporte es “una actividad atlética que requiere habilidades o destrezas físicas, a menudo de naturaleza competitiva, como el automovilismo, el béisbol, el tenis, el golf, los bolos, la lucha, el boxeo, la caza, la pesca, etc”.

Así que, por definición, el deporte es un pasatiempo, una diversión o una actividad recreativa con un conjunto de normas estandarizadas, un nivel concreto de habilidad y, por supuesto, incluye actividad física. Por lo tanto, si los propios profesionales del poker están de acuerdo en que el poker no es un deporte y sabemos que, literalmente, no cumple con la definición de deporte, ¿existe acaso la necesidad de debatir su clasificación?

¿Está de verdad tan claro?

Desde luego, parece que las cosas no son tan sencillas. La Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA) está comprometida con la afirmación de que las actividades que ponen a prueba la agudeza mental son tan duras como las que ponen a prueba la capacidad física, y está decidida a incluir algún día sus juegos en los juegos olímpicos, junto a los deportes de gran desgaste físico.

Una vez decidido que el ajedrez, el bridge, el cribbage y las damas cumplen los requisitos necesarios para ser considerados deportes mentales, la IMSA ha determinado que el poker es efectivamente un deporte y, de hecho, fue clasificado como deporte mental en 2010.

Asimismo, se ha publicado un gran número de estudios prácticos, artículos y libros sobre los métodos que emplean los jugadores de poker para prepararse de cara a los torneos. Muchos de los consejos, entre los que se incluyen descasar adecuadamente y practicar ejercicios físicos ligeros previamente, pueden confundirse con consejos para el entrenamiento de atletas.

Se afirma que los jugadores que sufren fatiga o agotamiento físico cuentan con una gran desventaja en los interminables torneos de poker, tal y como se espera de un atleta que no haya seguido su riguroso régimen de entrenamiento.

“Hace mucho se demostró que la aptitud física y el bienestar ayudan drásticamente a la concentración mental, y no es ninguna coincidencia que algunos de los mejores jugadores de torneos del mundo se encuentren en una forma física increíblemente buena”, indica un estudio.

Mientras que algunos sostienen que tener una buena forma física no tiene nada que ver con jugar al poker, pocos pueden discutir las numerosas pruebas de que mantenerse en forma y activo puede ayudar a la mente durante sus entrenamientos. ¿Recuerdas las preguntas de Gary Wise a los seis mejores jugadores de poker? Durante esa entrevista, Mike Sexton, socio del Salón de la fama del poker, dijo lo siguiente: “Sin duda, no creo que ningún deporte sea superior en términos mentales”.

Pero... espera, el debate se pone interesante con la afirmación de que el poker no puede ser un deporte porque los jugadores casi nunca terminan con la ropa sucia y sudada al final de un torneo. Entonces, ¿es un juego?

El Oxford Dictionaries define el juego como: “Una forma de actividad competitiva o deporte que se juega siguiendo unas reglas... una actividad que alguien desarrolla por diversión”.

Esto suena claramente a poker y muchos países (de los que hablaremos después) definen el poker como un juego basado en su dependencia en cierta medida al azar, más que en las habilidades del jugador. Sin embargo, aunque bien es cierto que el poker no es en absoluto una actividad física, a menos que tengas en cuenta el lanzamiento de sillas tras una mala mano o un salto de euforia para celebrar un triunfo, ¿es eso suficiente para desestimar totalmente la idea de que el poker es un deporte?

Después de todo, hay tanto drama alrededor de una mesa como en cualquier campo, al igual que emoción por la competición y una fuerza mental impresionante.

El poker desafía las habilidades de los jugadores pero, ¿qué ocurre con la suerte?

El poker desafía las habilidades de los jugadores pero, ¿qué ocurre con la suerte?

Si el deporte o los deportes mentales se definen como actividades que presentan a sus jugadores con un conjunto de normas, desafíos mentales y físicos y como juego lúdico, entonces no cabe duda de que el poker cumple más de una de esas definiciones.

Asimismo, si los juegos se clasifican como pasatiempos que se desarrollan por diversión, entonces el poker encaja también en esta categoría. No obstante, uno de los factores que complican el debate “juego o deporte” es el papel que desempeña la suerte en el poker.

De hecho, muchos organismos gubernamentales son reacios a clasificar el poker como algo más que un juego, debido al predominio de la suerte por encima de la habilidad, un factor que aparentemente excluiría al poker de la categoría de deporte.

Así que sí, es cierto que el poker representa un desafío para los que participan, pero también puede ser dominado por el azar.

Ahora las cosas se ponen interesantes: te presentamos Match Poker, un juego de poker por equipos que promueve el uso de las habilidades sobre el azar y que introduce el uso de la tecnología móvil como medio para eliminar la suerte. De esta forma, en lugar de basarse en la suerte, los triunfos se basan en las habilidades de los jugadores para llegar a un acuerdo común.

Veamos cómo funciona. En el Match Poker, los equipos están divididos en diferentes mesas y un jugador de cada parte ocupa la posición de asiento corresponde. Las cartas se reparten usando dispositivos electrónicos y las cuatro mesas reciben las mismas cartas. De repente se elimina el factor azar, ya que cada jugador en su asiento correspondiente de cada mesa recibe las mismas cartas.

El Match Poker consiste en identificar a los mejores jugadores y a los mejores equipos basándose en cómo interactúan con las manos que se les han repartido. Una vez eliminado el factor azar, ¿tiene el poker alguna oportunidad de ser clasificado como deporte?

A SportAccord, la organización coordinadora a cargo de los deportes olímpicos y no olímpicos, no le cabe duda, y a finales de marzo del 2016, estuvo a punto de concedérsele al poker la plena adhesión.

El presidente de la Federación Internacional de Poker (IFP), Patrick Nally, opinó al respecto lo siguiente: “Vemos que los gobiernos están tratando de entendernos, de entender el match poker, y están empezando a entender que el poker desempeña un papel como deporte mental y que cada vez recibe mayor aceptación a nivel nacional. Creo que en el futuro veremos muchas más competiciones y clasificaciones relacionadas con las habilidades y que el poker encontrará su sitio como un deporte mental verdaderamente importante dentro de la comunidad de deportes mentales”.

Con más de 50 países involucrados, la IFP se enorgullece de esta certificación. ¿Podría estar el poker a punto de ser reconocido como un deporte después de todo?

Los países donde más se juega al poker apoyan la idea

Los países donde más se juega al poker apoyan la idea

Aunque el poker es poker independientemente de donde estés, el país en el que te encuentres determinará si estás jugando a un deporte o a un juego, y si estás apostando ilegalmente o no. De hecho, la propia clasificación del poker implica muchas repercusiones legales y fiscales. Parece ser que intentar catalogarlo como una cosa u otra es mucho más complicado de lo que cualquiera podría haber imaginado.

En la mayoría de los países, incluidos los miembros de Europa, el poker se regula generalmente como un juego y, más concretamente, como un juego de azar, en lugar de como un juego de habilidades. De ahí que el poker se juegue en casinos y espacios similares, incluidas las salas de cartas, y esté sujeto a las leyes de juego establecidas por la UE o por cualquier organismo regulador semejante. No obstante, existen al menos signos incipientes de que esto podría estar cambiando en algunos países. ¿Podría estar mejorando la imagen del poker después de todo?

Echemos un vistazo a los países donde más se juega al poker y a las clasificaciones que emplean:

Brasil

El Ministerio de Deportes de Brasil reconoció el poker como “deporte mental” en 2012 y nombró un cuerpo regulador, la Confederación Brasileña de Texas Hold’em (CBTH) con el fin de regular este pasatiempo. El Ministerio señaló que “el poker es una práctica competitiva en la que, para tener éxito, el participante necesita inteligencia, aptitud y destreza intelectual y conductual”.

Esto coincide con la idea de que el poker es más que un juego de azar, y la clasificación parece tener una significado simbólico para el futuro olímpico del poker como deporte. Aunque el poker no será deporte olímpico en 2016, Brasil celebra los Juegos Olímpicos 2016 en Rio de Janeiro.

Mientras que su reconocimiento como deporte mental es una buena noticia para el poker, su estado legal en Brasil es cada vez más complicado y el Congreso de Brasil está evaluando un proyecto para legalizar el juego en un número limitado de casinos autorizados. Como actualmente el poker solo es legal durante los torneos en vivo, no queda claro el efecto que dicha legislación podría ejercer en el poker.

Pase lo que pase, el poker continúa prosperando en Brasil con torneos que están teniendo mucha aceptación. El 2014 BSOP Millions, considerado el evento principal de la Brazilian Series of Poker, reunió a más de 2.700 participantes, lo que lo convierte en el segundo mayor torneo de poker del mundo y el más grande fuera de Las Vegas, según informa Poker News. En el evento se otorgó una cantidad equivalente a $2,7 millones USD de los que el ganador, Wilson Calixto, se llevó $420.000 USD.

Alemania

En Alemania el poker se regula como un juego de apuestas, aunque al menos un tribunal, sin llegar a declararlo deporte, determinó que es un juego de habilidades en lugar de un juego de azar. Mientras que los fans del poker de Alemania percibieron la sentencia del 2012 como un buen signo para los que creen que el poker es un deporte, desafortunadamente, esto perjudicó al jugador de poker implicado en el asunto.

Eddy Scharf, jugador profesional, presentó una demanda tratando de eximir sus ganancias de impuestos, alegando que, como es un juego de azar, los beneficios no deberían estar sujetos a la legislación fiscal alemana. El tribunal discrepó y dictaminó que los jugadores que ganan dinero regularmente jugando al poker, lo hacen gracias a su capacidad personal y que, por lo tanto, deben pagar impuestos por sus ganancias.

Estados Unidos

En EE. UU., donde el epicentro global del juego de Las Vegas atrae a los mejores jugadores del mundo, el poker es considerado un juego según la normativa legal. Una larguísima lista de sentencias judiciales de prácticamente todos los estados del país afirma que el poker es un juego de azar. Aunque en la mayoría de los estados, el factor determinante es si predomina más la suerte o la capacidad.

Hasta ahora la mayoría de los tribunales han concluido que predomina el azar. Al igual que en Alemania, en un procedimiento se declaró que el poker es un juego de habilidad a efectos fiscales. Si bien, a diferencia de Alemania, esa decisión particular del tribunal terminó en una carga fiscal inferior para Billy Baxter, el jugador que presentó la demanda. La sentencia se limitó a los impuestos y no ha conducido al poder del estado a la regulación del poker como un juego de azar bajo la legislación de juego. En general, prácticamente no hay intención en el gobierno estadounidense de clasificar el poker como un deporte.

China

China ha empleado el término “deporte” refiriéndose al poker en escasas ocasiones. En 2014, Beijing Millions, un importante torneo de poker, fue sancionado por el Beijing Municipal Bureau of Sports, lo que puede indicar una relación directa entre el poker y su posible clasificación como deporte.

China ha permitido algunos otros eventos denominados “de poker” bajo el patrocinio de organizaciones deportivas, pero estas competiciones se alejaban del poker tradicional. Introducían elementos como el juego en equipo, los palos de triunfo, como los del bridge, y las apuestas de eliminación. En China, el poker tradicional sigue siendo, en general, ilegal como juego de apuesta.

Otros países

Dejando de lado los ejemplos ya enumerados, la mayoría de los países, Reino Unido incluido, regulan el poker como un juego de apuestas. En Reino Unido, la clasificación implica que las ganacias no se tributan por el HMRC, a diferencia del salario de los deportistas.

En Japón, sin embargo, el estado del poker es algo confuso, ya que los juegos de cartas y de mesa están prohibidos, pero todavía se celebran importantes torneos de poker legalmente. El All Poker Championship ofrece un trofeo con un valor de $20.000 y la participación en el próximo World Series, aún si no ganas un premio en efectivo. Como no existe intercambio de dinero, esta versión del poker es totalmente legal.

Japón también presume de su organización sin ánimo de lucro, la Japan Poker Association, cuyo objetivo es “difundir ampliamente el juego del poker en la cultura japonesa y abrir camino para que los jugadores japoneses jueguen en eventos fuera del país”. Parece que Japón está encantado de aprobar el poker, aún así no puede legalizarlo.

El estado del poker en Australia es complicado también, aunque esté regulado como un juego de apuestas. En el 2001, la Mancomunidad de Australia aprobó la ley “Interactive Gambling”, que clasificó como ilegal todo servicio “que ofrezca apuestas interactivas online con dinero real a jugadores australianos” y también prohibió la publicidad de esos servicios.

No obstante, se permiten los servicios interactivos como el poker o las apuestas durante el evento si los ofrecen empresas extranjeras. De igual modo, los sitios web de poker australianos pueden ofrecer juegos con dinero real a aquellos que vivan fuera del país. En un momento en el que las autoridades buscan prohibir las máquinas electrónicas de poker, o “pokies”, debido a su naturaleza adictiva, el futuro del poker interactivo parece ser, cuando menos, incierto. ¿Podría esto tener repercusiones para el poker tradicional?

Independientemente del país, parece que se dan muchas contradicciones en cuanto a cómo debería clasificarse el poker, si como juego o como deporte.

A fin de cuentas, el poker es...

Un enigma, o al menos lo es en lo que a su clasificación se refiere. Parece ser que el estado del poker está en los ojos de quien lo mira:

• Si piensas que el poker es un juego, un deporte o una combinación de ambos, generalmente depende de lo que opines sobre el deporte y el esfuerzo físico.

• Si estás dispuesto a aceptar que un desafío mental es semejante a uno físico.

• Si crees o no que la suerte es un factor importante a la hora de establecer un nombre.

Por razones legales, el estado del poker seguirá debatiéndose por todo el mundo, pero, ¿no es sano debatir estas cosas de vez en cuando? Independientemente de dónde te sitúes en el debate, estarás de acuerdo en que el poker no encaja exactamente en ninguna definición, comparte elementos de deporte y de juego, pero le faltan componentes para ser considerado definitivamente uno u otro.

Los pocos ejemplos de grandes países que consideran el poker un juego son interesantes, pero estas clasificaciones tienden a ser para finalidades limitadas, como los impuestos, y en la mayoría de los casos no interfiere con la regulación del poker como un juego.

Así que, ya ves, es un debate durante el que cualquier mente razonable podría cambiar de opinión. Sin embargo, deberíamos hacernos una pregunta: ¿cómo afecta la clasificación del poker a la manera en que lo ves?

Nos encantaría conocer tu opinión en la sección de comentarios que se encuentra más abajo.

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